Es la subida de la presión ocular a niveles que poco a poco van dañando de modo
irreversible el nervio óptico, si no se detecta a tiempo, pudiendo llegar a
producir una atrofia completa y la subsiguiente ceguera.
Los factores de riesgo más frecuentes son:
Edad: Más frecuente por encima de los 40 años,
por lo que a partir de esa edad es muy conveniente hacer revisiones con el
oftalmólogo.
Antecedentes familiares: El tener padres o
hermanos con glaucoma aumenta mucho el riesgo de padecerlo
Miopía
Grosor corneal fino
Raza negra
Tratamiento
El tratamiento puede ser:
Médico: Con gotas que bajan la presión
ocular. Muchas veces es suficiente.
Trabeculoplastia con láser: En casos
indicados elimina o reduce el uso de colirios
Cirugía: Principalmente la
trabeculectomía, que consiste en favorecer la salida del humor acuoso del
ojo mediante la apertura de una "ventana" hacia los espacios subesclerales y
subconjuntivales.
La cirugía se realiza en pacientes más graves que no responden a los
colirios ni al láser